Sobre-diagnostico de onicomicosis en las uñas de los pies

1. Introducción
Hoy en día llegan a las manos de los podólogos una gran cantidad de pacientes diagnosticados por onicomicosis (infección fúngica en las uñas). Tras realizar la anamnesis al paciente, se sabe que la mayoría de personas han hecho su propio diagnostico, o han sido diagnosticadas por usuarios del entorno como; familiares, amigos, farmacéuticos…
Muchos de los casos son tratados con productos anti-fúngicos sin llegar a tener un diagnostico declarado por un profesional al que le compete dicha función; Tanto puede ser un dermatólogo, como un podólogo, en el caso de las uñas de los pies.
Y es ésta mala praxis lo que me lleva a escribir unas pequeñas pinceladas sobre que es una onicomicosis, la clínica que presenta, los factores de riesgo, como prevenirla y tratarla. En definitiva, guiar al paciente para que realice un protocolo correcto dentro de lo posible.
2. Definición de onicomicosis
Infección fúngica en las uñas de los pies. Puede estar causada por tres tipos de hongo; dermatofitos, levaduras y mohos. Siendo respectivamente, de mayor a menor frecuente en la población.
3. Clinica de onicomicosis
Existen varias clínicas, pero la más frecuente es la onicomicosis lateral y distal. Es decir, que el hongo tiene la puerta de entrada por el borde libre de la uña y laterales. La uña adopta un color entre marrón y amarillento. Evoluciona asintomáticamente, pero la degradación de la uña sí que puede generar otras alteraciones ungueales, como onicocriptosis (uña encarnada) o desprendimiento de la lámina en casos avanzados.
4. Diagnostico diferencial
Quizá este sea el punto más importante, o clave. Y el motivo es que, hay otras alteraciones como psoriasis, traumatismos, liquen plano, onicocriptosis, atrofia ungueal…Que se manifiestan clínicamente de manera muy parecida a la onicomicosis. Un ejemplo aclarador sería el color de la lámina. La uña presenta un color rosado en un estado sano, porque esta adherido al lecho ungueal (piel), cualquier agente como un hongo, un traumatismo…Puede hacer que esta unión se pierda y el color pasa a ser blanquinoso. Por tanto, al ver este cambio en el color de las uñas, los pacientes se auto-diagnostican de onicomicosis en el mayor de los casos.
4. Factores de riesgo
 Humedad (baños, piscinas)
 Temperatura: climas cálidos
 Uso de zapato cerrado (tiempo prolongado)
 Maceración del pie (exceso sudoración)
 Traumatismos ungueales
 Factores genéticos
 Edad >20 años
 Diabetes mellitus
 Alteraciones vasculares periféricas
 Inmunodepresión (SIDA, transplantes)
 Onicopatias previas
5. Prevención y tratamiento
La prevención se basa en evitar los 4 primeros puntos del apartado anterior. Manteniendo el
pie siempre lo más seco posible, utilizando calcetín de fibra natural (algodón), utilizando algún
producto para evitar el exceso de sudoración, y así maceración. E intentar cambiar de zapato
asiduamente.
En cuanto al tratamiento, recomiendo realizar una buena limpieza de la lámina en manos de un
podólogo. Si la afectación ocupa menos de la mitad de la totalidad de la lámina aplicar
tratamiento tópico, siempre y cuando este prescrito por un profesional. Y si la afectación es de
larga evolución, u ocupa casi la totalidad de la lámina, es preferible la realización de cultivo.
Según el resultado prescribir un tratamiento anti-fúngico oral u otro, teniendo en cuenta el
estado de salud del paciente con analíticas previas y posteriores al tratamiento.
6. Conclusiones
En definitiva, solo creo conveniente resaltar que los pacientes que se observen algún cambio o
alteración en el aspecto físico de la lámina no empiecen un tratamiento por cuenta ajena, sin
antes consultar a un profesional, como dermatólogo o podólogo. Aunque a veces, la publicidad
en los medios de comunicación de algunas casas comerciales, susciten a que los usuarios
vayan a la farmacia y se compren algún producto para iniciar el tratamiento.
Y el otro punto importante y final, es que cuando hay infección fúngica no nos podemos basar
únicamente en tratar o exterminar el hongo causante directamente con productos anti-fúngicos.
Sino que es necesario complementarlo siempre con la prevención tratada en el apartado 5, y
una buena higiene.

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