Podólogo callos y durezas a domicilio

Aquí encontrarás tu podólogo para quitarte los callos a domicilio para realizar el tratamiento de durezas personalizado y adaptado a tus necesidades.

En el ámbito de la salud del pie, la podología para callos ocupa un lugar destacado. Estos incómodos ya veces dolorosos callos en los pies pueden afectar a cualquier persona, desde atletas hasta oficinistas. Comprender qué son los callos de podología, sus causas y las estrategias de manejo efectivas es crucial para mantener los pies sanos y sin dolor.

¿Qué es un callo?

Un callo es un área de piel gruesa y endurecida. Los callos se forman en puntos donde se produce un rozamiento repetido y prolongado; por ejemplo, si te pasas horas pasando el rastillo en el jardín.

La piel se endurece debido a la presión prolongada y se acaba haciendo más recia, al formarse una capa superficial dura, rugosa y de color amarillento o tendiendo a gris que puede o no sobresalir.

Sin embargo, los callos que se forman en los pies pueden ser dolorosos porque tienes que apoyarte en ellos constantemente al andar.

Se suelen formar en la parte anterior de la planta del pie (la parte redondeada que tenemos justo debajo del dedo gordo). También pueden salir callos en la parte exterior de los dedos gordo y meñique de los pies, así como en el talón.

Los zapatos demasiado ajustados y los tacones favorecen la formación de callos porque someten a mucha presión a partes del pie que no están habituadas a soportarla.

Callos y durezas: comprensión de las causas, los síntomas y los tratamientos

Los callos y callosidades son un problema común en los pies que afecta a muchas personas. Estas condiciones son causadas por la acumulación de piel dura y engrosada en respuesta a la fricción o la presión. Si bien los callos y las durezas no suelen ser dañinos, pueden ser dolorosos y antiestéticos y, en algunos casos, pueden requerir atención médica.

Causas de los callos y durezas

Los callos y callosidades pueden ser causados ​​por una variedad de factores, que incluyen:

  • Zapatos mal ajustados que rozan la piel
  • Zapatos de tacón alto que ejercen presión sobre la punta del pie
  • Calcetines ajustados o medias que comprimen los dedos de los pies
  • Anomalías en la estructura del pie, como dedos en martillo o juanetes
  • Acciones repetitivas, como correr o saltar
  • Ocupación o actividades que requieren estar de pie o caminar durante mucho tiempo

Síntomas de callos y durezas

Los síntomas de los callos y durezas pueden variar según su ubicación y gravedad. Los síntomas comunes incluyen:

  • Piel engrosada y áspera
  • Bulto duro o elevado
  • Sensibilidad o dolor debajo de la piel
  • Piel escamosa o seca
  • Decoloración amarilla o gris

¿Cómo quitan los callos de los pies los podologos?

Los podólogos utilizan diferentes métodos para quitar los callos de los pies, dependiendo de la gravedad y la causa subyacente. Aquí están algunos de los métodos más comunes:

  1. Recorte con un bisturí: Esta es una de las técnicas más comunes. El podólogo utiliza un bisturí esterilizado para cuidadosamente recortar el exceso de piel endurecida del callo. Este procedimiento debe ser realizado por un profesional para evitar infecciones o cortes indebidos.
  2. Aplicación de ácido salicílico: Se pueden utilizar parches con ácido salicílico para ablandar la piel del callo. Posteriormente, el podólogo puede eliminar más fácilmente la piel endurecida. Es importante usar estos productos bajo la guía de un profesional, ya que un uso incorrecto puede dañar la piel sana circundante.
  3. Ortesis o soportes plantares: Si los callos son causados por una mala alineación del pie, el podólogo puede recomendar el uso de ortesis o soportes plantares personalizados para redistribuir la presión sobre el pie y evitar la formación de nuevos callos.
  4. Cuidado y consejos para el hogar: Además del tratamiento en la clínica, los podólogos suelen dar consejos sobre cómo cuidar los pies en casa. Esto puede incluir el uso de calzado adecuado, cremas hidratantes para los pies, y técnicas de cuidado diario para prevenir la reaparición de callos.
  5. Crioterapia: En algunos casos, se puede utilizar crioterapia para tratar los callos. Este método implica la aplicación de frío extremo para destruir el tejido del callo.

Es importante recordar que los tratamientos caseros o las soluciones rápidas pueden no ser efectivos o seguros, especialmente en personas con diabetes o mala circulación. Siempre es recomendable buscar la atención de un podólogo cualificado para el tratamiento adecuado de los callos.

Tratamiento para Callos y Callosidades

En la mayoría de los casos, los callos y durezas se pueden tratar en casa con los siguientes pasos:

  • Remojar el área afectada en agua jabonosa tibia
  • Usando una piedra pómez o una lima para pies para eliminar suavemente la piel engrosada
  • Aplicar una crema o loción humectante para mantener la piel suave
  • Usar zapatos que calcen correctamente con buen soporte para el arco y amortiguación
  • Usar almohadillas protectoras o dispositivos ortopédicos para reducir la presión en el área afectada

Para casos más severos, un podólogo puede recomendar:

  • Cremas o ungüentos recetados para suavizar la piel
  • Ortesis a medida para redistribuir la presión sobre el pie
  • Cirugía para corregir anomalías en los pies o eliminar el callo o callosidad

Prevención de callos y durezas

La prevención de callos y durezas implica tomar medidas para reducir la presión y la fricción en los pies. Algunos consejos para prevenir los callos y callosidades incluyen:

  • Usar zapatos que calcen correctamente con buen soporte para el arco y amortiguación
  • Evitar zapatos de tacón alto o zapatos con puntera estrecha
  • Usar calcetines o medias de fibras naturales que permitan que los pies respiren
  • Usar almohadillas protectoras o dispositivos ortopédicos para reducir la presión sobre los pies
  • Mantener una buena higiene de los pies manteniendo los pies limpios y secos.

Conclusión

Los callos y callosidades son un problema común de los pies que se puede tratar y prevenir fácilmente con el cuidado y la atención adecuados. Si sigue los pasos descritos, puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar durezas y mantener sus pies sanos y sin dolor.

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