
El pie diabético es una de las complicaciones más frecuentes y graves de la diabetes en personas mayores. La combinación de neuropatía, alteración circulatoria y disminución de la sensibilidad convierte al pie en una zona especialmente vulnerable. Con cuidados adecuados y una atención precoz, es posible prevenir úlceras, infecciones e incluso amputaciones. En este artículo te explicamos cómo cuidar el pie diabético en adultos mayores, qué síntomas deben vigilarse y cuándo acudir a profesionales especializados.
¿Qué es el pie diabético y por qué es un riesgo en personas mayores?
Definición médica del pie diabético
El pie diabético es una alteración clínica de origen neuropático, vascular o infeccioso que afecta a los pies de personas con diabetes. Según la Organización Mundial de la Salud, se trata de una de las principales causas de amputación no traumática en el mundo.
Factores de riesgo en adultos mayores
En la tercera edad, el riesgo aumenta por varios factores:
- Neuropatía diabética periférica (pérdida de sensibilidad).
- Enfermedad arterial periférica (mala circulación).
- Dificultad para ver o revisar los pies.
- Menor capacidad de cicatrización.
Si quieres conocer más sobre cómo la fisioterapia puede ayudar a mejorar la circulación y prevenir complicaciones, te recomendamos leer nuestro artículo sobre fisioterapia para pacientes diabéticos.
Complicaciones más frecuentes
Las más comunes son:
- Úlceras en la planta o dedos del pie.
- Infecciones profundas o abscesos.
- Necrosis o gangrena.
- Amputaciones parciales o completas.
Síntomas del pie diabético en el adulto mayor
Señales de alerta a tener en cuenta
Los síntomas más frecuentes que deben vigilarse incluyen:
- Pérdida de sensibilidad, hormigueo o entumecimiento.
- Cambios de color o temperatura en la piel.
- Aparición de heridas que no cicatrizan.
- Callosidades, grietas o ampollas.
Puedes ampliar esta información en la Fundación para la Diabetes Novo Nordisk, una de las principales entidades en educación diabetológica.
¿Cuándo acudir al podólogo o al médico?
Es recomendable acudir ante cualquier alteración visible o dolorosa en el pie. También si la persona mayor no puede revisarse los pies por sí sola o si presenta pérdida de sensibilidad. Las revisiones periódicas pueden prevenir complicaciones mayores.



Prevención y cuidados diarios del pie diabético
Higiene diaria y revisión del pie
- Lavar los pies a diario con agua tibia y jabón neutro.
- Secar muy bien, especialmente entre los dedos.
- Revisar la piel buscando heridas, ampollas o zonas enrojecidas.
En personas con movilidad reducida, el servicio de podología a domicilio para pie diabético es una excelente opción para realizar estos cuidados de forma segura y profesional.
Hidratación y cuidados de la piel
- Usar cremas hidratantes en talones y planta del pie, evitando aplicarlas entre los dedos.
- No usar productos irritantes ni talcos mentolados.
Corte y cuidado de las uñas
- Cortar en línea recta y sin redondear los bordes.
- Evitar cortar las cutículas.
- Preferiblemente, que el corte lo realice un podólogo especializado.
Uso de calzado adecuado
- Zapatos amplios, sin costuras internas, con suela rígida y punta redonda.
- Evitar andar descalzo, incluso dentro de casa.
- Revisar siempre el interior del calzado antes de usarlo.
En nuestra guía sobre cómo tratar el pie diabético en personas mayores te damos consejos prácticos para elegir el calzado más adecuado.
Control de otros factores
- Controlar los niveles de glucosa en sangre.
- Evitar el tabaco, que reduce la circulación.
- Mantener una dieta equilibrada y controlar la presión arterial.
Tratamiento del pie diabético en personas mayores
Abordaje multidisciplinar
El tratamiento requiere la intervención de diversos profesionales:
- Podólogo especializado en diabetes.
- Médico de familia y endocrino.
- Fisioterapeuta para la mejora de la circulación y movilidad.
En casos de úlceras o heridas, se recomienda seguir las guías internacionales del IWGDF, avaladas por expertos en pie diabético.
Cuidados ante úlceras o heridas
- Limpieza y desinfección diaria.
- Uso de apósitos especiales según el tipo de lesión.
- Desbridamiento si hay tejido necrótico.
- Uso de antibióticos en caso de infección.
- Técnicas de descarga o «offloading» para evitar presión.
Casos graves: amputaciones y rehabilitación
Cuando la infección avanza y hay necrosis, puede ser necesaria la amputación. En estos casos:
- La fisioterapia ayuda en la readaptación funcional.
- Es fundamental el soporte emocional y psicológico del paciente.
- Se debe planificar la movilidad futura (silla de ruedas, prótesis, ayudas técnicas).
Descubre cómo trabajamos la rehabilitación funcional en adultos mayores después de cirugías o amputaciones.
¿Qué profesionales pueden ayudarte en el cuidado del pie diabético?
Podólogo especializado en diabetes
Evalúa y trata alteraciones en la piel y uñas, realiza estudios de la pisada y adapta el calzado terapéutico.
Enfermería en educación diabetológica
Brinda formación para el autocuidado, control glucémico y prevención de complicaciones.
Fisioterapeuta especializado
Apoya en la prevención de úlceras por presión, mejora la circulación y favorece la autonomía funcional.
Atención domiciliaria para personas mayores con movilidad reducida
Los cuidados en casa permiten un seguimiento más cercano, sobre todo en personas que no pueden acudir a consulta.
Si necesitas un servicio integral en casa, consulta nuestra oferta de servicios de fisioterapia y podología a domicilio.
Consejos prácticos para familiares y cuidadores
- Revisar los pies del adulto mayor cada día.
- Asegurarse de que el calzado sea adecuado y cómodo.
- No aplicar remedios caseros en heridas sin supervisión médica.
- Fomentar visitas periódicas al podólogo y al médico.
- Actuar rápidamente si se observa una herida o cambio de color.
Recursos y guías médicas sobre el pie diabético
- Guía SED sobre pie diabético – Sociedad Española de Diabetes
- Guía del Instituto Nacional de Diabetes (NIH)
- Fundación para la Diabetes Novo Nordisk
- International Working Group on the Diabetic Foot (IWGDF)
Preguntas frecuentes sobre el pie diabético en personas mayores
Conclusión: la importancia del cuidado preventivo
El pie diabético es una complicación grave, pero en la mayoría de los casos prevenible. Una rutina de cuidados diarios, el uso de calzado adecuado y las revisiones periódicas con profesionales especializados son claves para evitar complicaciones. La detección precoz y la implicación del entorno familiar marcan la diferencia en la calidad de vida del adulto mayor con diabetes.
📚 Bibliografía
- Organización Mundial de la Salud (OMS)
- Diabetes. Hoja informativa actualizada.
- Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/diabetes
- Sociedad Española de Diabetes (SED)
- Guía clínica para la prevención y tratamiento del pie diabético.
- Disponible en: https://www.sediabetes.org
- International Working Group on the Diabetic Foot (IWGDF)
- 2023 Guidelines on the prevention and management of diabetic foot disease.
- Disponible en: https://iwgdfguidelines.org
- Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIH – EE.UU.)
- Diabetic Foot Problems. Información para pacientes y profesionales.
- Disponible en: https://www.niddk.nih.gov/health-information/diabetes/overview/preventing-problems/foot-problems
- Fundación para la Diabetes Novo Nordisk
- Materiales educativos sobre cuidados del pie en personas con diabetes.
- Disponible en: https://www.fundaciondiabetes.org
- American Diabetes Association (ADA)
- Standards of Medical Care in Diabetes – 2024.
- Sección sobre complicaciones del pie y neuropatías.
- Disponible en: https://diabetes.org
- Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad de Madrid
- Recomendaciones podológicas para pacientes con diabetes.
- Disponible en: https://copoma.es
🩺 Sobre este artículo
Este contenido ha sido redactado por Mireia Salvador Castro, podóloga colegiada núm. 2132 por el Col·legi Oficial de Podòlegs de Catalunya y graduada en Podología por la Universidad de Barcelona. Su experiencia en el cuidado del pie diabético en personas mayores garantiza la calidad, actualidad y rigurosidad de la información. Este artículo está basado en evidencia científica y buenas prácticas clínicas en podología geriátrica.
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Mireia Salvador Castro
Podóloga colegiada por Col·legi de podòlegs de Catalunya con el nº 2132
Graduada en podología por la Universidad de Barcelona
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